Las startups de tecnología financiera (fintech) están en su mejor momento para abrir el mercado de las aplicaciones de pago electrónico, pero al final serán las grandes compañías tecnológicas y la banca tradicional las que se quedarán con la mayor parte de dicho mercado, de acuerdo con los resultados del estudio Tendencias en Medios de Pago 2018 elaborado por Minsait que forma parte de la consultora española Indra.
Las empresas que están detrás de las aplicaciones de pago no sólo tienen que lidiar con la prevalencia de uso de efectivo entre los mexicanos —9 de cada 10 personas lo usó en el último mes y más de 60% de la población no está bancarizada—, también están entrando en una batalla en la que la competencia se incrementa con cada movimiento.
En México, casi la mitad de los usuarios de internet bancarizados ha usado aplicaciones de pago a través de un smartphone en comercios físicos, pero sólo un cuarto usó una aplicación de pago a través de un teléfono inteligente entre particulares, los llamados pagos peer to peer (P2P). Pese a esto, 69.3% de población bancarizada que no las utiliza tiene intención de empezar a hacerlo en el próximo año, para lo cual 56% está dispuesto a aceptar una oferta, asesoría o algún producto personalizado como incentivo para ceder su información financiera.
En China, el ejemplo más citado de digitalización de las formas de pago en años recientes, fue la confianza en Tencent y en Alibaba lo que hizo que la mayoría de la población comenzara a realizar sus pagos y transferencias a través de aplicaciones instaladas en sus teléfonos inteligentes. En México, entre la población bancarizada que usa internet, las principales razones para no pagar con una aplicación de pago o un monedero electrónico (wallet) son que las personas no confían en este tipo de apps o que en los establecimientos donde suelen comprar no admiten este medio de pago.
La Ley Fintech, que en el reporte de Minsait figura como “la primera ley integral del sector fintech en el continente” es considerada por miembros de la industria como un ejercicio de certidumbre. Ricardo Suárez, director general de Weex, cree que esta ley brindará la confianza para que las personas comiencen una vida financiera. Lo mismo ocurre en el caso de CoDi, la nueva funcionalidad del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios, que es vista por Suárez como un estándar y como una oportunidad para reducir la fricción en las transferencias entre los participantes del sistema financiero en México, al permitir que wallets como el suyo se comuniquen con los de los bancos.
En esto coincide Ernesto Terríquez, director de Medios de Pago para América Latina de Minsait, para quien la tendencia de penetración de estos wallets, la entrada en funcionamiento de CoDi y la Ley Fintech harán que en México se genere mucha más competencia entre quienes proveen servicios financieros, lo que podría permitir incluso que las tasas de crédito se reduzcan hacia el 2020.
Las grandes se quedarán con el mercado
Weex es una plataforma de servicios digitales que, como Operador Móvil Virtual (OMV) comenzó proveyendo productos de telefonía celular e internet y que está incursionando en el sector fintech, con el lanzamiento del WeexWallet. una aplicación que el usuario baja en su teléfono y con la que en 3 minutos obtiene una tarjeta de prepago Mastercard que le permite hacer transacciones en cualquier lugar en el que acepten tarjeta. Si bien el objetivo es que el usuario use su dispositivo móvil como medio de pago, también puede pedir una tarjeta física para realizar transacciones presenciales.
De acuerdo con la opinión de 60 expertos de América Latina consultados para el reporte de Minsait, entre los que figuran reguladores, supervisores, emisores, adquirentes, cámaras de compensación, fintech y esquemas de tarjetas, pese a que los participantes de la industria más expuestos a la entrada de nuevos integrantes como Weex son los bancos en general y las redes de tarjetas, de las modalidades de wallet de pagos que más tienen probabilidad de sobrevivir a los próximos cinco años son las que proveen Apple, Samsung, Google y otros fabricantes de dispositivos, las wallets bancarias y las de marcas de tarjetas como Visa y Mastercard.
“Las empresas de nicho van a empezar a educar al cliente a usar este tipo de aplicaciones. Un cliente cuando va empezando está conforme con un tipo de aplicación por una sola cosa, pero cuando requiera más servicios va a tener que brincar al wallet de un banco, de marca o de un fabricante de un smartphone”, dijo Ernesto Terríquez, director de Medios de Pago para América Latina de Minsait.
Según la más reciente medición del Radar Finnovista, en México operan alrededor de 75 empresas fintech de pagos y remesas: Weex, KiWi, Broxel, Pago Fácil, Conecta, Compropago, Todito Cash, Billpocket, Easytransfer son algunas de éstas. De acuerdo con Finnovista, en el último año, este segmento mostró un crecimiento de 42% en el país.
Muchos de los productos y servicios de estas empresas fintech compiten directamente con las aplicaciones de grandes compañías tecnológicas, entre fabricantes de smartphones y compañías de comercio electrónico: Pay Pal, Apple Pay, Samsung Pay, Alipay y Mercado Pago. Y también con las de los grandes bancos: Bancomer, Banamex y Banorte, entre varios más. Google y Apple no han desplegado todas las características de sus monederos de pago en México y la gran expectativa ha sido ver a Facebook y a Whatsapp llegar a imponerse en el mercado, como lo han estado haciendo en la India.
“Los chicos, los que van entrando, los que van empezando, neobancos, fintech, productos específicos, al principio van a generar fuerte competencia, pero sólo algunos sobrevivirán a los fabricantes y a la banca, que ya tiene delineada cual es su estrategia de transformación digital y hacia dónde quieren ir”, dijo Terríquez.
A esto se agrega el que las instituciones más pequeñas del sector financiero están empezando a explorar el uso de aplicaciones de terceros, que en muchos casos son los fabricantes y otros bancos más grandes, porque su nicho de clientes no les permite una gran inversión en temas de transformación digital, según el experto.
Para Ricardo Suárez, el hecho de que haya varios wallets en México es positivo porque genera un ambiente competitivo que beneficia al consumidor, dependiendo de la propuesta de valor que cada uno ofrezca y que desde su perspectiva tiene que ver con empoderar a las personas para que puedan comerciar en internet, llevar un control preciso de sus gastos y contar con un historial de comportamiento financiero para acceder a crédito.
Para el director de la plataforma, que cuenta con 150,000 usuarios a nivel nacional, cifra que busca triplicar en este 2019, si bien los grandes jugadores son una amenaza por el alcance y los recursos con los que cuentan, tienen cosas buenas y malas, como el que “estén orientados a cumplir objetivos y no a satisfacer necesidades”.
Fuente: El Economista