Biometría para hacer más seguras las transacciones en Colombia

Biometría para hacer más seguras las transacciones en Colombia

Al oír hablar de verificación biométrica (de voz, dactilar o facial) es normal pensar en películas o novelas de ciencia ficción, pero esta técnica lleva con nosotros mucho más tiempo del que pensamos y forma parte de nuestra rutina. La utilizamos en aplicaciones móviles para etiquetar a personas en fotografías; la usamos para desbloquear nuestros dispositivos e incluso en los aeropuertos, donde agilizan las tediosas esperas de aduanas.

Empresas, aplicaciones e instituciones bancarias han abrazado estas técnicas para aumentar la seguridad, reducir el fraude y simplificar procesos. Informes como el ‘secure future identity’, realizado por IBM en 2018, apuntaba que el 67% de sus 4.000 encuestados en todo el mundo se siente seguro con el uso de técnicas biométricas (voz, dactilar y facial) para acceder a sus aplicaciones, incluidas las bancarias.

La instalación de tecnología biométrica aplicada al sector financiero es ya una realidad. Biometrics Research Group apunta que en 2020 serán más de 3.000 millones de clientes los que la usen y se prevé que pueda proteger 5,6 billones de dólares en pagos.

América Latina también ha apostado por las funcionalidades biométricas, con Colombia liderando este movimiento. La seguridad y el fácil acceso de los clientes a sus cuentas ha dado un impulso al proceso de inclusión financiera. Por ejemplo, el país andino ha visto como en los últimos 10 años el número de adultos mayores de 18 años que contrataban servicios financieros (ahorro, crediticio o inversión) crecía sin pausa.

Según datos de la Supertintendencia Financiera de Colombia, entre 2005 y 2017 el porcentaje de población adulta que ha contratado un producto bancario ha pasado del 55% al 77%, llegando a 26 millones de personas. El reto, eso sí, es que los siete millones de colombianos que no están bancarizados lo estén en los próximos años. Sin duda, los avances tecnológicos han apoyado este repunte, con un foco especial en la digitalización: en 2018, el 47% de las transacciones se hicieron a través de internet. Y entre las mejoras establecidas hay que hacer especial hincapié en los estándares de seguridad, como las técnicas biométricas para la verificación de los clientes.

Transacciones más seguras
Las entidades bancarias colombianas han implantado la verificación dactilar en las sucursales, con el BBVA como entidad pionera, que cuenta con este servicio biométrico en toda su red de oficinas desde 2017.

Sólo con el uso de su huella, los clientes de BBVA pueden hacer, retiros, consultas y transferencias entre otras transacciones dentro de las oficinas. También operaciones como la contratación de productos, los pagos masivos y la expedición de cheques de gerencia cuentan con autenticación biométrica, de esta manera se verifica la identidad del cliente haciendo más seguras sus transacciones. A la fecha BBVA ha validado más de 1.100.000 transacciones con este sistema.

Asobancaria confirma que bajo los estándares de seguridad que proporciona esta tecnología, establecida ya en un 60% de las entidades del país, se realizan cada mes entre 1,1 y 1,3 millones de operaciones mucho más ágiles (se pasa de minutos a segundos) y el fraude se ha visto reducido en un 98% respecto a 2016.

Entre las principales transacciones financieras que se ejecutan bajo la validación biométrica en Colombia se encuentra la concesión de créditos, la apertura de cuentas de ahorro, la financiación y la entrega de tarjetas de crédito y débito. El siguiente paso es el reconocimiento facial. Este año, la Asobancaria iniciará las primeras pruebas piloto en diferentes entidades para implantar la verificación biométrica de rostro en sus oficinas, en los cajeros automáticos e incluso en las ‘apps’ móviles.

En Asia esto ya es una realidad y ha permitido a las instituciones financieras autentificar y reducir los tiempos de las operaciones, además ayuda a reconocer a los clientes al entrar al banco y se les ofrece un experiencia personalizada.

Fuente: BBVA