El informe se realizó con base en información de 10 países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, España, México, Perú, Portugal, Reino Unido y República Dominicana.
“El pago móvil crece en todos los países, mientras que el efectivo comienza a reducir su presencia en los gastos mensuales. El uso de aplicaciones móviles para realizar transacciones de pago entre particulares evidencia una alta tasa de crecimiento en la mayoría de los países”, señala el documento.
En el caso de México, precisa que mientras en el 2018 el medio de pago más utilizado en el último mes fue el efectivo, con 88.3%, en el 2019 disminuyó a 80.5%; mientras que el pago con tarjetas se ubicó en 80.8 y 77.9%, respectivamente; los cargos a cuenta pasaron de 34 a 37.2%, y los pagos a través de móvil crecieron de 19.5 a 30.0 por ciento.
En cuanto al medio de pago principal, el efectivo pasó en México de 48.8% en el 2018 a 40.4% en el 2019; las tarjetas de 44.3 a 41.1%; los cargos a cuenta de 3.2 a 10.8%, y los pagos a través del móvil de 1.8 a 8.5 por ciento.
Cabe destacar que estas cifras aplican para la población bancarizada con acceso a Internet en sus celulares.
De las formas de pago utilizadas con dispositivos móviles en comercios físicos en México, el principal es a través de aplicaciones de comercios, con 61.7%; seguido de operaciones realizadas a través de códigos QR o de barras, con 28.2%; después con el acercamiento del móvil a la terminal punto de venta, con 21.8%, mismo porcentaje leyendo con el móvil un código QR que hay en los establecimientos.
Las principales barreras al uso de dispositivos móviles como medio de pago en comercios físicos en México son: porque no es algo que se encuentre necesario para el usuario, con 22.5%; porque en los establecimientos no dan esa opción, con 23.1%; luego está la desconfianza, con 17.0%; seguida de que no hay conexión permanente a Internet en el teléfono móvil, con 11.0%, y después porque el usuario no sabía que se podía, con 8.2 por ciento.
El informe revela también que se observa una mayor disposición al uso de nuevas tecnologías para la autenticación de los pagos en Latinoamérica que en Europa, siendo la huella dactilar la primera opción, seguida de reconocimiento de iris, facial y por último voz.
Fuente: PaymentMedia